Hace más de medio año comenzamos junto al Comité Corfo Antofagasta un Programa de Difusión Tecnológica, cuyo objetivo principal es la formación y certificación de 40 líderes pertenecientes a 22 Empresas de la Macro zona Norte de Chile, como “Líderes Regionales de Innovación” con la Metodología SIT.
El programa, luego de una intensa fase formativa donde los participantes aprendieron los principios, fundamentos y herramientas SIT, complementados con otras metodologías y herramientas de liderazgo, hoy cursa una fase clave, la última práctica junto a redes de colaboración, cuyo objetivo es generar proyectos de impacto regional y valor compartido.
Pero, ¿A qué nos referimos cuando hablamos de Impacto Regional y Valor Compartido?
Desde el comienzo del programa, junto a los participantes y la Gobernanza que nos da soporte, hemos podido conectar con actores y entidades con roles clave de la zona, levantando así múltiples desafíos presentes en la región que están en su cien por cien a
disposición de la Estrategia Regional de Innovación (ERI) de Antofagasta. Creemos que estos desafíos, al ser trabajados de manera innovadora en base a los recursos disponibles, pueden llegar a generar proyectos colaborativos con un impacto altamente potenciado.
La ERI 2022-2028, se define como el plan de acción que busca cumplir con el anhelo de consolidar la región como un territorio competitivo e innovador, desarrollando una estrategia que tenga mayor alineamiento con las tendencias futuras, que esté acompañada de una agenda en investigación y desarrollo, y que incluya una mejor definición de los recursos, tecnologías y prioridades de inversión, acompañada de una mayor sofisticación de los procesos, mercados y negocios.
Cómo SIT nos sentimos altamente involucrados como un actor que acelera y moviliza esta estrategia, aportando con una metodología que invita a trabajar con recursos disponibles, donde la creatividad es potenciada y la innovación en sus tres principales pilares (Valor, Novedad y Viabilidad) es activada. Pero, no solo buscamos aportar con el método, sino también cumplir un rol de “conector” de las potenciales redes que se generen, debido a que nos parece fundamental que los recursos de diferentes actores de la región conversen y se potencien con una mirada común. Se ha recibido una positiva retroalimentación de que la metodología SIT facilita mucho este proceso.
Con respecto a esta última idea es que modelamos la última práctica del programa, como una oportunidad para los participantes de aplicar la metodología, no solo en sus redes internas, sino también junto a las redes de colaboración que los rodean o eventualmente les interesaría incluir, a las cuales pueden acceder con el apoyo de la gobernanza del programa. Estamos convencidos que esta práctica puede ser un primer acercamiento a un modelo de colaboración e impacto regional que fácilmente puede ser escalable en la Estrategia Regional de Innovación de Antofagasta y claramente replicable en otras regiones del país.
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